El IES Neil Armstrong de Valdemoro, en colaboración con la hípica El Carrizal de Cubas, ha lanzado el programa “A caballo por la Luna”. Este programa ofrece a los estudiantes intervenciones educativas con caballos de forma completamente gratuita. La iniciativa busca proporcionar una experiencia educativa enriquecedora y única, aprovechando los beneficios terapéuticos y de desarrollo personal que se atribuyen a la interacción con estos animales.
El programa es parte del Plan de Cuidado Emocional del centro y está diseñado para beneficiar a dos perfiles específicos de estudiantes. Los lunes, participan estudiantes con trastorno del espectro autista (TEA), y los miércoles, asisten grupos de alumnos que necesitan apoyo adicional para su bienestar emocional.
Las sesiones se llevan a cabo en la hípica El Carrizal de Cubas y son completamente gratuitas. Durante estas, los alumnos tienen la oportunidad de interactuar con los caballos, lo que les ayuda a identificar y gestionar emociones, además de disfrutar de un entorno natural alejado de la tecnología.
Los beneficios de estas intervenciones están respaldados por la comunidad científica e incluyen la mejora de la autoestima, la regulación de la ansiedad, el aprendizaje de habilidades para la resolución de conflictos y la autorregulación de la conducta. También promueven la educación emocional y la desconexión de dispositivos digitales.
El programa ha reportado resultados positivos significativos, con alumnos que informan una reducción en la ansiedad y una mejora en las relaciones familiares y sociales. Además, las familias también pueden participar en la experiencia, lo que permite compartir vivencias y disfrutar de las instalaciones de la hípica.
Este éxito se debe a la colaboración de diversos profesionales, voluntarios y la generosa contribución de Fernando Puntas y Silvia Moreno, propietarios de la hípica El Carrizal de Cubas. Su apoyo y dedicación han hecho posible que las intervenciones asistidas con caballos sean una herramienta accesible y efectiva para los alumnos que las necesitan.
Fuente: La revista de Valdemoro